Señoras y señores he vuelto con una nueva historia. En este caso les hablare de la de un gran deportista, el señor Gonzalo “El Sucio” Salvio.
Su camino por el deporte comienza en la década del 90´ donde su padre lo llevo por primera vez a la famosa Laguna “La Brava” y lo convirtió en un fanático de este deporte, el cual no abandono hasta que la joda, como a todo adolescente, lo invadió. Cuentan los viejos pescadores que de chico era un Crack, el gano muchísimos torneos en su infancia y comienzos de la adolescencia, luego en la edad del pavo su rendimiento caería, hasta casi abandonar la actividad y convertirla en un hobbie de los findes, con amigos y un par de cervezas.
En paralelo a la pesca “el mojarrero” desde pibe incursionaría en el deporte popular, si señores el Fútbol. Desde chico sus entrenadores le vieron dotes de lateral derecho, ósea un cuatro rustico, con poco o nada de dominio de balón, pero con mucho quite y gol…en contra obvio.
Los pocos resultados en el deporte que juega el mundo, le hicieron reflexionar y cambiarse al deporte que dicen que es para todo aquel que no sirve para ningún otro deporte, el deporte de los brutos, pegadores…el rugby, cosa que no coincido en lo mas mínimo. Por su poco amor al estudio, seria un jugador de tercio de temporada, ósea una vez que llegaba el boletín la madre no lo dejaba jugar más, ya que se llevaba mínimo 3 materias. Allí encontraría un vicio nuevo (aparte del alcohol) el tackle. Se distinguía en esto, sus ascensores serán recordados por todos y durante toda la vida, por supuesto que también recordaremos sus puntos débiles, como el ataque.
Mas allá de lo rustico que sos, sabemos que dios le dio el don, pero no en el deporte lamentablemente, si no en inclinar el vaso. Por eso para esta página sos un ejemplo a seguir.
Su camino por el deporte comienza en la década del 90´ donde su padre lo llevo por primera vez a la famosa Laguna “La Brava” y lo convirtió en un fanático de este deporte, el cual no abandono hasta que la joda, como a todo adolescente, lo invadió. Cuentan los viejos pescadores que de chico era un Crack, el gano muchísimos torneos en su infancia y comienzos de la adolescencia, luego en la edad del pavo su rendimiento caería, hasta casi abandonar la actividad y convertirla en un hobbie de los findes, con amigos y un par de cervezas.
En paralelo a la pesca “el mojarrero” desde pibe incursionaría en el deporte popular, si señores el Fútbol. Desde chico sus entrenadores le vieron dotes de lateral derecho, ósea un cuatro rustico, con poco o nada de dominio de balón, pero con mucho quite y gol…en contra obvio.
Los pocos resultados en el deporte que juega el mundo, le hicieron reflexionar y cambiarse al deporte que dicen que es para todo aquel que no sirve para ningún otro deporte, el deporte de los brutos, pegadores…el rugby, cosa que no coincido en lo mas mínimo. Por su poco amor al estudio, seria un jugador de tercio de temporada, ósea una vez que llegaba el boletín la madre no lo dejaba jugar más, ya que se llevaba mínimo 3 materias. Allí encontraría un vicio nuevo (aparte del alcohol) el tackle. Se distinguía en esto, sus ascensores serán recordados por todos y durante toda la vida, por supuesto que también recordaremos sus puntos débiles, como el ataque.
Mas allá de lo rustico que sos, sabemos que dios le dio el don, pero no en el deporte lamentablemente, si no en inclinar el vaso. Por eso para esta página sos un ejemplo a seguir.